OBSERVATORIO DE EQUIDAD DE GÉNERO FICHA TÉCNICA

NOMBRE DEL PROYECTO, ESTUDIO, INVESTIGACIÓN:

Mujeres jefas de hogar en la colonia magisterial: Estudio de caso

INVESTIGADOR(AS, ES) PARTICIPANTES:

Marisa Mesina Polanco
Catalina Suarez Dávila
Ma. Gregoria Carvajal Santillán
Claudia Angélica Álcaraz
Jesús David Amador Anguiano
Josefina De la Cruz Estrada Arechiga
Sergio Wong de la Mora

OBJETIVO:

Conocer hasta que punto lograron autonomía y poder las mujeres jefas de familia que formaron parte de este estudio, como parte del empoderamiento individual.

SITUACIÓN ACTUAL DEL ESTUDIO:

Concluido

PRINCIPALES HALLAZGOS:

La pregunta que guió la discusión buscaba desentrañar hasta que punto lograron autonomía y poder las mujeres que formaron parte de este estudio, como parte del empoderamiento individual. A partir de este cuestionamiento encontramos que, de acuerdo a las capacidades que fueron desarrollando se identifica que el poder para, les permitió desarrollar capacidades para la toma de decisiones. Los conocimientos nuevos adquiridos, la confianza en sí mismas, la autoestima y la creatividad permitieron a estas mujeres formarse nuevas expectativas y ser reconocidas socialmente como personas capaces de hacer cosas diferentes a la atención del hogar y el cuidado de otros, como educar, ganar dinero, dedicarse al deporte, ser artistas, estudiar una profesión, que en su momento no era para mujeres, como la medicina. Estas características las ubica un como trasgresoras de un orden social establecido, pero cuyas decisiones han sido consideradas, al pasar de los años, como adecuadas por las personas que acompañan su vida, como la familia, la comunidad vecinal y los/as compañeros/as de trabajo, obteniendo una reivindicación social reflejada en salario, sueldos, contrataciones y premios por su trayectoria.

La autonomía es una construcción social, en el sentido de que de no es un hecho natural, sino que se elabora a partir de desarrollar determinados procesos, en un contexto social y cultural determinado. Es un hecho relativo y se define y construye en cada círculo particular , este círculo puede ser la familia (de origen y actual), la pareja, los amigos, la escuela, las organizaciones, el trabajo, los espacios deportivos, el ámbito político. Esos son espacios necesarios de desarrollo humano.

De las mujeres que conocimos en la Colonia Magisterial, aprendimos que sus procesos de autonomía se han desarrollado principalmente en los ámbitos de las organizaciones, en los espacios deportivos y en la escuela, principalmente como parte de procesos económicos que les permiten autonomía en la decisión de cómo gastar su dinero, en lo estético porque participan de una oferta cultural donde pueden ser reconocidas, en lo lúdico que incluye la práctica del deporte y en lo social, porque reciben el apoyo de su comunidad donde son reconocidas. . Esto ha sido posible gracias a que han sido tenaces y responsables con su vida y la de otros.

Nos damos cuenta que la autonomía y el poderío en todos los ámbitos de la vida de las mujeres es un hecho no posible, por lo menos hasta este momento, en las mujeres que nos contaron su historia.

Las parejas y las familias siguen teniendo un significado tradicional para la mayor parte de las mujeres entrevistadas y es ahí donde se ha gestado la violencia hacia ellas, debido principalmente a esa naturalización de la violencia que implica el otorgar a los varones el rol de mayor poder en el entorno familiar. En el momento en que hay ausencia de pareja, las mujeres pudieron desarrollar otras capacidades que les permitieron enfrentar la vida y realizar en ellas una especie de recomposición social. La toma de decisiones de manera autónoma es un factor importante en sus vidas: eso les permite incursionar en ámbitos en los que antes no habrían podido incidir: estudiar, trabajar, convertirse en deportistas.

La autonomía como valor está más marcada en unas mujeres que en otras, pero eso ha permitido que haya habido desarrollo en campos tradicionalmente vetados a las mujeres en la época en las que ellas recibieron su formación académica, como la profesión de las medicina, principalmente.

El papel de proveedoras que asumen a partir de la separación de sus parejas constituye una obligación hacia otros que debe cumplirse. Surgen en ese rol en sustitución de los varones ausentes.

La relación con la religión es otro aspecto de mucho arraigo cultural en estas mujeres y que tiene que ver con los roles asignados al género femenino. La respuesta a las dudas e incertidumbres se encuentran en un Dios, para la mayoría de ellas y permite con ello, crear fortaleza espiritual para responder a los embates que reciben. La culpa y el pecado, como construcciones sociales emanadas del catolicismo, son el freno moral a sus acciones y el lenguaje que puebla sus discursos y que fueron rescatados en sus relatos. El tema de la maternidad es importante en ellas.

Esto que aprendimos de estas mujeres nos lleva a considerar la importancia de las jefas de familia en el Estado de Colima. Como decíamos al principio, las crisis económicas por las que hemos pasado como país han obligado a reconfigurar los roles que las mujeres desempeñan, ubicándolas como proveedoras, pero sin quitarles las otras responsabilidades como las labores domésticas y el cuidado de otros. Sin embargo, hay mujeres que buscan abrirse espacios distintos a los tradicionales donde no solo esperan cumplir con un mandato social de protectoras de otros, sino que además, les de autonomía económica, reconocimiento social y satisfacción personal. Estas mujeres que nos dejaron entrar en sus vidas son un ejemplo de ello y el estado y el municipio debe tomar cuenta de ello en sus planes y programas de desarrollo: La autonomía y el poder en las mujeres como condición necesaria para el desarrollo de Colima.

Que las mujeres contribuyan en el desarrollo social, debe hacerse en condiciones plenas, priorizando los derechos humanos, la salud sexual y reproductiva y la educación como claves necesarias para el poderío y la autonomía de las mujeres.

Estos elementos son considerados en el Plan estatal de desarrollo 2009-2015 y en el plan municipal de desarrollo del municipio libre de Colima 2009-2012. En ambos documentos destacan como estrategias viables para lograr la equidad y el desarrollo de las mujeres la capacitación para el trabajo, sobre todo el trabajo independiente, la detección y atención oportunas de la violencia hacia las mujeres y la sensibilización en cuestiones relacionadas con la equidad de género.

Hacer evidente las condiciones de vida de las mujeres en Colima mediante investigaciones como estas puede permitir encontrar los espacios de desarrollo prioritarios para conseguirla equidad de género.

Los procesos de intervención social que favorezcan la construcción de una cultura más equitativa, de respeto y desarrollo para las mujeres no solo favorecen directamente a las mujeres, son a todo el estado, pues al modificarse las condiciones de vida que sostienen las relaciones entre hombres y mujeres, se modifica también el entorno y las posibilidades de desarrollo para ambos.