Resumen |
- El origen y difusión de las técnicas irrigación sobre los espacios agrícolas y el uso de ingenios hidráulicos, surge con toda probabilidad en un lugar del Mediterráneo Oriental conocido como el Creciente Fértil, lugar de la antigua Mesopotamia. Esas primeras experiencias, se difunden hacia Occidente, a otras culturas como la egipcia, la helenística y la romana. La existencia de antiguos arquetipos hidráulicos queda recogida en el primer tratado de arquitectura de la historia, escrito por Vitrubio en el siglo I d. C. El descubrimiento en los primeros años del siglo XX de las ruedas hidráulicas utilizadas por los romanos en las explotaciones mineras de Río Tinto, Huelva (España), resulta ser una evidencia arqueológica de gran importancia. Movidas por la fuerza del hombre, en su estructura predominaban los elementos radiales y su tamaño era inferior a los 5 metros de diámetro, estaban construidas en madera a excepción de su eje que se ejecutaba de bronce |